Yo soy la luz del mundo, quien me siga no caminará en la oscuridad

Un hermoso grupo de nuestros niños y niñas recibieron a Jesús en sus corazones mediante el Sacramento de la Primera Comunión. Nuestros corazones se llenan de alegría a ver que la semilla del Evangelio ha sido plantada en buena tierra. «La adoración es reconocer que Jesús es mi Señor, que Jesús me señala el camino que debo tomar, me hace comprender que sólo vivo bien si conozco el camino indicado por él, sólo si sigo el camino que él me señala».